lunes, 4 de julio de 2011

reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites.


Bien, ahí me teneis en uno de esos días en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se te echan encima, yo sé que siempre hay salida pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecho una porquería. Pasan los años, los proyectos, los sueños... ¿Recuerdas como querías ser cuando eras pequeño? Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera. Todo es mucho más complejo: responsabilidades, luchas, deberes, sonreír cuando no te apetece... mentir para no hacer daño a la gente que quieres, fingir cuando perfectamente sabes que te mienten. ¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres? ¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente? He sido un cobarde disfrazado de valiente, siempre pendiente del qué dirá la gente, escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente porque creo que lo he visto, amigo y..
Quizás la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites. Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido. No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.
Me hago una promesa y es hacer lo que sea para encontrar soluciones y no problemas. Sé que no soy perfecto, bien, no me castigaré más por no serlo. Voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor, porque a veces fui valiente por miedo... sé que suena extraño pero... ¿sabes qué? lo peor de todo es que es cierto. Hoy busco, dormir agusto, no suena muy ambicioso pero créeme es mucho. Aceptaré que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando porque estar de bajón es humano. No pienso rendirme ante ningún problema, confío en mí soy capaz de vencer lo que sea. Volveré a caer millones de veces, pero siempre volveré a erguirme porque me di cuenta de que
oh, si amigo me di cuenta de que..
Quizás la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites

No hay comentarios:

Publicar un comentario